En la solemnidad de Pentecostés, el Año Especial del Aniversario de Laudato Si’, al que el Papa Francisco invitó a los católicos a participar, llegó a su fin con un emotivo encuentro de oración dirigido por el cardenal Luis Antonio Tagle.
En un año especial se ha celebrado una Semana Laudato Si´ muy especial también, los católicos del mundo hemos tenido la oportunidad de compartir conocimiento entre todos los participantes generando un espacio de fe y esperanza para el cuidado de la creación.
Personas alrededor del mundo y Animadores Laudato Si´ participaron uniendo sus voces y sus corazones en oración y canto para celebrar el cuidado de la creación.
La fiesta de Pentecostés, en la que también celebramos el inicio de la Iglesia, los católicos recibieron la promesa del Espíritu Santo para poder ser testigos de la verdad de Jesús, y así hacer un envío misionero de los Animadores locales de Laudato Si’ y otros agentes de pastoral, para que vayan a anunciar «el Evangelio de la Creación» en todos los rincones del planeta.
En su discurso inspirador, el cardenal Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos del Vaticano, compartió diversas experiencias y consejos para poder cumplir nuestra misión de proclamar y vivir como gente nueva por el Espíritu Santo.
«Un nuevo jardín nació en donde Jesús fue resucitado, jardines al servicio de la armonía de la tierra, únanse a Dios para que nuestros jardines tengan vida, vayan y encuentren a Dios y trabajen con Dios», expresó.
Asimismo, animó a la comunidad: «Cuando no se ha podido pescar, tiren sus redes del otro lado, seamos obedientes: cuando Él marca el camino, habrá comida suficiente para todos», dijo y llamó también a evitar el desperdicio de alimentos.
«Debemos recordar poner a nuestros hermanos primero y nuestras necesidades después, a ser respetuosos con nosotros y con pequeñas acciones honraremos la creación y honraremos el trabajo de la humanidad», completó.
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El encuentro contó también con la participación del Fr. Michael Perry OFM, Ministro General de los Frailes Franciscanos, quien llamó a escuchar el clamor de la tierra de los pobres y de los hambrientos, para poder ayudar a quienes no les dan la bienvenida a lo largo de su vida como lo experimentó San Francisco quien reconoció la presencia divina de Dios con quienes tienen religiones diferentes, aprender y seguir educándonos para educar a los demás.
«Debemos reconocer que estamos interconectados y que somos responsables unos de otros nos recuerdan nuestra responsabilidad de abrazarnos y construir una nueva visión de una ecología fraterna para poder construir un futuro juntos», dijo Perry .
Monseñor Domenico Sorrentino, obispo de Asís, nos dejó una reflexión profunda al recordar que la casa que Jesus quería que se reparara era la Iglesia misma, y ahora lo entendemos y entendemos que también es nuestra casa común “ve y repara mi casa” (San Francisco), pero advirtió: «Lo primero que se debe reparar es nuestro corazón».
«Tenemos que convertirnos en animadores con una conversión real y completa hay un principio para nuestra vida y este principio es Dios llama a abrir nuestro corazón para escuchar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres».
Los Animadores Laudato Si´ compartieron oraciones desde distintas regiones del planeta como Kenia, Estados Unidos, Brasil, Italia y Vietnam, pidiendo con fe tener la guía para cumplir con el llamado de preparar el futuro.
En la sus oraciones pedían que se permita ser Animadores de la creación de Dios para cuidar tiernamente nuestra casa común, tener mentes abiertas corazón abiertos y voluntad abierta para identificar soluciones desarrollar respuestas basadas en el evangelio a las actuales crisis que enfrentamos y para fortalecer nuestra vocación de cuidar nuestra casa común con alegría y esperanza y desarrollar una ecología integral entre nosotros y con nuestro creador para poder incidir como Animadores Laudato Si’.
El padre Augusto Zampini compartió un importante mensaje para el cierre de esta celebración: un agradecimiento a todos los participantes, contando a más de 200 organizaciones católicas que formaron parte. «Cantemos mientras nos vamos que nuestras luchas y preocupaciones por este planeta nunca nos quiten nuestra alegría y nuestra esperanza» (LS 244).
Abramos también hoy nuestros corazones al don del Espíritu Santo, que nos hace sentir toda la belleza y la verdad del amor de Dios en Cristo muerto y resucitado. Y nos empuja a salir, a dar testimonio de este Amor que siempre nos precede con su misericordia. #Pentecostés
— Papa Francisco (@Pontifex_es) May 23, 2021