El lanzamiento de la Red de Oración por el Cuidado de la Creación y el Día de Acción Global por Nuestra Casa Común motivó a realizar el viernes 21 de mayo el diálogo “Laudato Si’: Vida contemplativa franciscana”, en el marco de la Semana Laudato Si’.
Se trató de un diálogo fraterno organizado por la Oficina General de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Orden de Frailes Menores de Colombia. Fue moderado fray Santiago González OFM, y participaron tres monasterios de vida contemplativa.
Cada comunidad tuvo la oportunidad de compartir su historia, estilo de vida y cómo aplican Laudato Si’ en su vida diaria. Asimismo, brindaron una luz ante la crisis socioambiental que atravesamos, compartieron las estrategias que utilizan para autosustentarse y cómo atraviesan el tiempo de pandemia.
La vida de contemplación es una vida muy activa que hoy se compromete con el cuidado de la casa común. Así lo demostraron, en primera instancia las Hermanas Clarisas del Monasterio San Damián, en Planes de Renderos, El Salvador.
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Las religiosas, en un camino de “constante discernimiento”, incluyeron la medicina natural entre sus actividades y quieren que esto sea algo accesible para todos. Alegres, se unieron a la red de Oración por el Cuidado de la Creación, “un proyecto de vida y comunión que traerá transformación”.
Por su parte, las Hermanas Concepcionistas Franciscanas del Monasterio Inmaculada Concepción de Floridablanca, Santander, Colombia, tuvieron un momento para compartir su historia y forma de vida. Participar de la red es para ellas “algo muy gratificante y solidario”.
En Mérida, Yucatán, México, las Hermanas Clarisas Capuchinas del Monasterio Jesús de Nazaret, viven su espiritualidad muy cerca de la madre tierra, utilizan energías renovables e intentan “romper los esquemas que el mundo ofrece”, mencionaron.
Asimismo, suelen invitar a los laicos de la comunidad a tener un estilo de vida contemplativa, pero sin descuidar la acción porque “si nosotros que tenemos fe no hacemos nada, ¿quién sino?”.